El juego de la vida
El siglo 21 se nos vino con todo encima, quizás de una forma tan abruta que no nos ha dado tiempo para reponernos del impacto. Estamos aun detenidos, desconcertados ante este nuevo tiempo que al parecer nos negamos asumir. Intentando alargar lo más posible la tranquilidad y estabilidad que en cierto modo aun se vivía a finales de los noventa.
En este nuevo tiempo tenemos que reaccionar rápido, de lo contrario, pasaremos a convertirnos en pasivos usuarios de un sistema que nos limita.
En el tiempo de la conectividad total, de la automatización, de la información y del conocimiento hay que estar atento a todo el mundo y a todo lo que sucede. Así nos damos cuenta que finalmente todo esta relacionado y que termina influyendo en nuestras vidas, y principalmente en nuestra economía.
Las reglas del juego ya están claras, sabemos quienes son los que lo manejan, solo nos queda conocer bien el tablero, y aprender algo de sus trucos añejos.
A elegir bien la ficha y a tirar confiados los dados; El juego recién comienza…
Básicamente estamos en el dilema eterno del hombre que se enfrenta a los cambios constantes de la historia, cambios que están relacionados al descubrimiento y la implementación de nuevas tecnologías. El problema quizás radica en que el hombre aun no termina de adaptarse y de dominar por completo una tecnología, cuando una nueva lo supera. Ejemplos hay por doquier, desde la escritura pasando por, la rueda, el reloj, la imprenta y hasta los caminos han desarrollado grandes revoluciones en la historia de la humanidad. Como se dice que el hombre es una animal de costumbres, lo vertiginoso con que aparecen nuevas tecnologías no le permiten adaptarse con naturalidad a estos cambios, por otra parte las nuevas tecnologías comienza a obrar secretamente en el subconsciente del ser humano, crean una serie de cambios tanto a nivel psíquico como social y es justamente esto lo que origina los verdaderos cambios de la raza humana.
El hombre queda obnubilado ante la nueva invención, y sin poder sobreponerse puede ser consumido, absorbido y dominado por el invento o la tecnología. ¿Quién sirve a quien? Un chiste machista lo resume muy bien; la mujer es el motor de la escoba, y es evidente ver como el reloj pasó a determinar nuestras vidas, toda nuestra experiencia sensorial pasó a ser dominada por el reloj. “ No sólo el trabajo, si no también las comidas y el sueño, acaban por acomodarse al reloj mas bien que a las necesidades orgánicas. A medida que la pauta de medición arbitraria y uniforme del tiempo fue extendiéndose en la sociedad, hasta el vestido comenzó a sufrir alteraciones anuales de un modo conveniente para la industria.”
Sabemos quienes están detrás de estas invenciones y quienes patentan fabrican y distribuyen las tecnologías, pero es aquí donde hay que darle un vuelta de mano y no dejarnos sucumbir ante su narcótico y seductor poder que anulan al individuo y neutralizan al espíritu, debemos tener la suficiente destreza para ponernos por sobre de ellas entenderlas y dominarlas.
Hay que darse cuenta y comprender todo el dinero que estas tecnologías están moviendo, quienes son los que están detrás y quienes son los que están haciéndose ricos y de paso manteniendo dominado a todo un planeta. Mientras uno como cabro chico con juguete nuevo, intenta de leerse el manual de su nuevo celular con cámara, conexión a Internet y reproductor de Mp3.
[1] Marshall Mcluhan.: La comprensión de los medios como extensiones del hombre. 11ª edición. Editorial Diana. México. 1989. Pág. 185.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home